Por Marco Gómez
La era de Alberto Gamero al frente de Millonarios se ha caracterizado, entre otras cosas, por la promoción de una cantidad considerable de jugadores de la cantera de la institución. Algo que, sin duda, le encanta a los intereses de los directivos y, por tal motivo, estos quieren seguir contando con el técnico samario.
Sin embargo, el estratega no basa el funcionamiento de su equipo únicamente en el talento que puedan aportar las jóvenes promesas, sino que las usa como un aditivo a lo que ha solidificado con los hombres de más experiencia, que son quienes se encargan de guiar a todos estos elementos que apenas surgen.
Nadie le puede reprochar la administración que el samario le ha venido dando sus plantillas durante tres años de mandato. El argumento más grande es la posibilidad de lograr que Millonarios juegue de la misma forma, no importa si los que están en el campo son los titulares, suplentes, mayores o jóvenes.
A pesar de esto, y es que es una cuestión natural del deporte, los jóvenes vienen con una serie de aspectos que deben mejorar y de seguro lo harán con la experiencia. Hay nociones básicas que se deben apropiar de acuerdo con la función de cada posición en una alineación y eso es algo que deben entender Samuel Asprilla y Yuber Quiñones.
Los dos canteranos fueron titulares en el partido de este martes ante el Atlético Huila y mostraron todas las condiciones ofensivas que ya se les conoce. Pero, desfallecieron en la faceta defensiva, algo que debe concernir más a Asprilla, por su posición de marcador, pero también debe comprometer más a Quiñones, a pesar de ser de corte ofensivo. Es tarea de Gamero hacerle ver a este par de promesas que en el fútbol también se debe saber correr hacia el campo propio.
29/10/2024
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