Por David Arengas
Richard Ríos, el mediocampista colombiano que se ha convertido en un motor fundamental para el Palmeiras en la Copa Libertadores, anotó el solitario gol que le dio la victoria al ‘Verdao’ por 1-0 ante Cerro Porteño en un duelo clave del Grupo F. Sin embargo, el tanto, celebrado con frialdad y un gesto de silencio dirigido a un sector de la tribuna, desató una controversia que eclipsó el importante triunfo del equipo brasileño.
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En el minuto 40, tras una jugada elaborada, Ríos envió el balón al fondo de la red, desatando la alegría en el Allianz Parque. No obstante, su celebración posterior generó un ambiente tenso. El colombiano se llevó el dedo índice a los labios, pidiendo silencio a una parte específica de la hinchada, una acción que no fue bien recibida y que provocó una inmediata reacción de silbidos y cánticos de reprobación por parte de los aficionados del Palmeiras, quienes al final del primer tiempo corearon: “Ríos, atención, mucho respeto a la afición del Verdão”.
Consciente de la polvareda levantada por su festejo, Richard Ríos ofreció una explicación al término del partido. El mediocampista colombiano enfatizó que su gesto fue una reacción impulsiva, producto del "calor del momento", y que su intención nunca fue faltarle el respeto a la totalidad de la apasionada hinchada del Palmeiras, que, según sus palabras, siempre le ha brindado un apoyo incondicional.
Sin embargo, Ríos reveló el trasfondo de su controvertida celebración: un mensaje directo a aquellos hinchas que han alimentado rumores sobre una supuesta falta de compromiso con el Palmeiras y una posible negociación con otro club. "Lo tomaron a mal, no se lo quería decir [a toda la afición], se lo quería decir a los hinchas que dicen que estoy en otro equipo", confesó Ríos, evidenciando su molestia ante las especulaciones que circulan sobre su futuro profesional.
La tensión entre Ríos y un sector de la afición se mantuvo palpable durante el segundo tiempo. Al ser sustituido en los minutos finales del encuentro, el colombiano fue despedido con silbidos, a los que respondió con reiterados gestos de disculpa con las manos. Este acto de contrición pareció suavizar la reacción de algunos hinchas, quienes respondieron con tibios aplausos.
El técnico del Palmeiras, Abel Ferreira, salió en defensa de su jugador, minimizando la polémica y destacando la importancia del gol de Ríos para la victoria del equipo. "Por supuesto que lo fue [los aplausos de la gente por sus disculpas]. De hecho, ni siquiera sentí que me insultaran ni nada, porque siempre me apoyaron. Se puede ver que durante el juego nunca bajé el ritmo, me mantuve igual. Es parte del juego, sucede, se queda en el campo y no se va", declaró Ferreira, buscando bajar el tono a la controversia.
Finalmente, Richard Ríos se acercó nuevamente a la tribuna al concluir el partido para reiterar sus disculpas a la afición, un gesto que fue recibido con aplausos, sellando una aparente reconciliación tras un episodio que añadió un ingrediente picante a la valiosa victoria del Palmeiras en su camino por la Copa Libertadores. "Quiero disculparme, todos vinieron desde lejos para apoyar al equipo. Tengo mucho respeto por este club, siempre daré mi vida. Soy un hombre que lo admite, lo que pasó será una experiencia de aprendizaje para mí y si tengo que disculparme definitivamente lo haré de nuevo. Soy un hombre de hacer cosas y aceptar. Nunca hicieron nada malo", concluyó Ríos, buscando pasar página a la polémica.
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