Fútbol Colombiano

¿No hay sanción para Junior? Hinchas actuaron peor que los de Nacional y Dimayor no aparece

A pesar de las evidencias de una brutal agresión a un hincha del América de Cali, las autoridades y la Dimayor parecen hacer oídos sordos.

Por Sebastián Hernadez

¿Dónde está la Policía? Hincha del América atacado brutalmente. Foto: Instagram

La pasión por el fútbol se convirtió en odio y violencia en un nuevo hecho que sacude al balompié colombiano. Un grupo de hinchas del Junior de Barranquilla agredió brutalmente a un seguidor del América de Cali a las afueras del estadio Metropolitano, dejando en evidencia la falta de control y la impunidad que rodea a estos actos vandálicos.

El ataque, perpetrado por más de 50 personas pertenecientes a la barra brava del equipo barranquillero, quedó registrado en video. Las imágenes son claras y contundentes: el hincha del América, que no portaba ningún distintivo del equipo más allá de un tatuaje, fue atacado a puñaladas mientras varios policías observaban sin intervenir.

El fútbol colombiano sangra: Nueva muestra de violencia en las tribunas

Lo más indignante es que este hecho se suma a una larga lista de incidentes violentos en los estadios colombianos, demostrando que la violencia en el fútbol es un problema estructural que requiere soluciones urgentes y efectivas. La pasividad de las autoridades ante estos hechos es preocupante y genera un sentimiento de inseguridad entre los aficionados.

Además de la agresión en las afueras del estadio, dentro del Metropolitano se registraron otros incidentes que evidencian el clima de violencia que se vive en los estadios colombianos. Al menos 66 personas, entre ellas 10 menores de edad, fueron expulsadas del estadio por comportamientos agresivos.

Esta situación exige una reflexión profunda sobre el estado del fútbol colombiano. Es necesario que las autoridades, los clubes y los hinchas trabajen juntos para erradicar la violencia de los estadios. Se requiere un compromiso real para garantizar la seguridad de todos los asistentes a los partidos y para recuperar la imagen del fútbol como un deporte que une y no divide.

Es hora de que se tomen medidas contundentes para sancionar a los responsables de estos actos vandálicos y para prevenir que se repitan en el futuro. La impunidad solo fomenta la violencia y pone en riesgo la integridad física de los aficionados.

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