Fútbol Colombiano

La vez que todos se burlaron del Tren Valencia por no saber leer los números romanos

El exfutbolista contó una anécdota sobre sus primeros días en Bogotá. 

Por Marco Gómez

El exfutbolista contó una anécdota sobre sus primeros días en Bogotá. 
El exfutbolista contó una anécdota sobre sus primeros días en Bogotá. 
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En el enigmático mundo del fútbol, los jugadores acumulan historias y vivencias privadas, que rara vez ven la luz pública. Una de estas curiosas anécdotas salió a la superficie recientemente, protagonizada por el legendario futbolista Adolfo el ‘Tren' Valencia, en sus primeros días en Bogotá, cuando empezaba a brillar con Independiente Santa Fe

El 'Tren', proveniente de su natal Buenaventura, enfrentó una entrevista radial que reveló una divertida confusión. Los periodistas querían conocer más sobre su adaptación a la capital colombiana y cómo era su rutina diaria en medio del auge futbolístico que estaba experimentando.

Con total sinceridad, Adolfo Valencia compartió que solía tomar una "buseta" para desplazarse desde su hogar hasta los entrenamientos y viceversa. Sin embargo, la situación tomó un giro inesperado cuando los comunicadores le preguntaron cuál buseta utilizaba para regresar a casa.

Ante esta pregunta, el futbolista respondió con inocencia y desconocimiento en números romanos: "Yo tomo la que dice Pablo VI" (del verbo ver). Su comentario desató risas entre los presentes, quienes comprendieron la confusión del 'Tren'. Adolfo Valencia se refería al tradicional barrio de Bogotá llamado "Pablo Sexto", que se escribe en números romanos como "VI". Esta anécdota es un claro ejemplo de cómo los futbolistas, en medio de sus apretadas agendas y compromisos, también viven situaciones divertidas y sorprendentes.  

La historia del ‘Tren’ Valencia es una de las más graciosas

Aunque en el fútbol los jugadores suelen estar bajo los reflectores, estas experiencias íntimas y jocosas rara vez salen a la luz pública. La historia de Adolfo 'El Tren' Valencia y su peculiar confusión quedará marcada en la memoria de los fanáticos del fútbol como una anécdota que demuestra que, detrás de los astros del balón, hay seres humanos con vivencias y ocurrencias que los hacen aún más entrañables para los aficionados. 


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