Primera A de Colombia

Millonarios, cuando el estilo se complica, los rebotes solucionan

Los jugadores del ‘Embajador’ estuvieron atentos a los rebotes y marcaron los dos goles aprovechándose de estos.

Por Marco Gómez

Los jugadores del ‘Embajador’ estuvieron atentos a los rebotes y marcaron los dos goles aprovechándose de estos.

El equipo de Alberto Gamero se caracteriza por ser muy paciente en la búsqueda del arco rival. El desespero no es una cualidad que afecta al funcionamiento del conjunto capitalino cuando el resultado no va como lo esperaban. La prioridad de responder con una idea de juego es la bandera de este proceso que ya lleva tres años.

Muchas veces los resultados no dan mérito a lo que Millonarios logra plasmar en la cancha. De hecho, los títulos no han sido proporcionales a lo que se ha logrado en esta ‘era’ en cuanto a estilo de juego. Pero, aun así, los directivos de la institución parecen seguir creyendo y apostándole al proceso que dirige el estratega samario.

Una muestra clara de esa postura que adopta el ‘Embajador’ fue el partido que se disputó este miércoles en el estadio el Campín, en el cual los locales vencieron por 2-0 al Deportivo Pasto, que no vino muy interesado en proponer juego a la capital del país y supo ‘enredar’ las intenciones de un equipo azul que no encontraba espacios.

Sin embargo, los capitalinos no se desesperaron y muchas veces cayeron en la lateralidad con su intención de manejar la pelota. El mensaje es claro: si no podemos entrar, tampoco les vamos a ceder el balón. Y de a poco se fue arrimando a las inmediaciones de Diego Martínez a través de remates de media distancia.

Los rebotes capitalizados por Millonarios

El primero de estos que le dio resultado fue el ejecutado por Juan Carlos Pereira, la figura del cotejo, quien remató desde afuera del área con gran potencia y obligó al rebote del portero, mismo que fue capitalizado por Israel Alba. Luego, en el tiempo agregado, la “fortuna” acompañó al olfato goleador de Fernando Uribe, el cual se valió de una serie de rebotes para definir a placer en las cinco con cincuenta, demostrando que, aunque haya buen fútbol, también se puede ganar con rebotes.
 

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