Fútbol Colombiano

Dimayor y Win Sports tiemblan: lo que hacen los hinchas en Francia para no pagar por ver fútbol

Las personas se niegan a tener que pagar un dinero extra para poder ver los partidos de sus equipos.

Por Sebastian Hernandez

Foto: redes de Liga BetPlay, Win Sports, DZAN y Ligue 1.

En los últimos años, la compra de los derechos de transmisión de partidos de fútbol es uno de los temas que más ha perjudicado a los espectadores. Las grandes cadenas hacen importantes inversiones y pretenden sacarle ganancias vendiendo suscripciones a las personas. Pero, en Francia, el público se ha negado a pagar los 40 euros que cobra DZAN para ver la Ligue 1​ y se miles se han inclinado por verla en plataformas informales.

Este no es un problema que se limita a Francia, pues en Colombia los usuarios también sienten que es una injusticia pagar de más para poder ver fútbol. Como en el caso del FPC, donde Win Sports+, canal que tiene los derechos de los torneos Dimayor, exige un pago de unos $35.900 pesos mensuales, por lo que muchos también optan por recurrir a páginas y plataformas informales para ver a sus equipos.

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DAZN es en Francia lo que Win Sports es para Colombia

El aumento de la piratería en Francia está alcanzando niveles sin precedentes y esto quedó claro el viernes pasado cuando más de 200.000 personas vieron en directo el partido entre Le Havre y PSG a través de canales de Telegram, evitando pagar los 40€ que cuesta verlo en la cadena DAZN.

Además, más de 2 millones de personas en el país utilizan servicios de IPTV para ver fútbol. ¿La razón? El elevado costo de ver la Ligue 1, que asciende a más de 90€ mensuales sin contar otros gastos como internet (alrededor de 50€) o la línea móvil, han llevado a muchos aficionados a optar por estas plataformas ilegales.

El “problema” de la piratería parece ser más complejo en Francia

Con Telegram e IPTV como las principales formas de ver los partidos, la piratería se ha convertido en el medio preferido por aquellos que se rehúsan a pagar las tarifas consideradas prohibitivas para la mayoría. Esta tendencia pone de manifiesto el descontento de los aficionados y plantea serios desafíos para las plataformas oficiales de transmisión en Francia:

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