Por David Arengas
El fútbol colombiano atraviesa una crisis latente. Jugadores, técnicos y aficionados coinciden en señalar al apretado calendario como uno de los principales problemas que afectan al balompié nacional. En las últimas semanas, la voz de Didier Moreno, capitán de Junior de Barranquilla, se ha alzado para denunciar el desgaste físico y mental al que son sometidos los futbolistas.
El mediocampista barranquillero ha sido claro al señalar que el calendario actual de la Dimayor es insostenible. "Es un tema evidente, sufrimos por la planificación del calendario en nuestros torneos porque hay un desgaste físico y mental impresionante del futbolista en Colombia", afirmó Moreno en diálogo con Acolfutpro.
El jugador juniorista ha puesto el dedo en la llaga, pues la acumulación de partidos en poco tiempo está generando consecuencias negativas tanto para los jugadores como para el espectáculo. Lesiones recurrentes, bajo rendimiento y una disminución en la calidad del juego son algunas de las secuelas de este calendario tan exigente.
Los equipos colombianos que participan en competencias internacionales como la Copa Libertadores y la Copa Sudamericana son los que más sufren las consecuencias del apretado calendario. Al tener que disputar un mayor número de partidos, estos equipos llegan a los torneos locales con menos descanso y mayor desgaste físico, lo que afecta directamente su rendimiento.
"Junior ha sufrido porque es un equipo que siempre compite internacionalmente, pero aquí los equipos que compiten afuera, que representan a Colombia, lo viven como un castigo", afirmó Moreno.
Varios técnicos y médicos deportivos han coincidido con las declaraciones de Didier Moreno. Según ellos, el calendario actual está poniendo en riesgo la salud de los jugadores y la calidad del fútbol colombiano.
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