Kevin Castaño, la aguja en el pajar que encontró Néstor Lorenzo

Los resultados serán los que terminarán definiendo y calificando qué tan bueno habrá sido el proceso de Néstor Lorenzo al mando de la Selección Colombia una vez que este termine. Por otro lado, aún es temprano para juzgar el estilo de juego del combinado nacional bajo la batuta del entrenador argentino.

Sin embargo, desde ya se puede hablar de aciertos por parte de Lorenzo. Aciertos que merecen ser reconocidos, pues no se sabe cuántos técnicos habrían sido capaces de realizarlos. Y es que, mientras la gran mayoría de seleccionadores en el mundo buscan los jugadores que militan en el fútbol europeo e internacional, Néstor a inclinado sus ojos hacia el modesto fútbol colombiano.

Como si fuera poco, no recurrió solo a los equipos que ostentan grandes figuras en el medio local, como el caso de Atlético Nacional, Millonarios o Junior de Barranquilla. Para este caso, el argentino dirigió su mirada hacia Águilas Doradas de Rionegro y centró su atención en el mediocampista Kevin Castaño.

Pero, no todo termina ahí. El estratega se decantó por el jugador dorado para que fuera titular en su primera convocatoria con la ‘Tricolor’ y este le respondió en la cancha con una solvencia y madurez propia de un futbolista que ya lleva más de 100 partidos con la casaca nacional. Siendo pieza clave en la remontada futbolística y anímica ante Corea del Sur.

Castaño demostró tener todas las condiciones que requiere un volante de primera línea. En el primer tiempo, cuando el partido no fue fácil para ningún jugador colombiano, el jugador de 22 años era quien se tiraba atrás para recibir el balón de los centrales, siendo esto una gran muestra de carácter por parte del volante. Para el segundo tiempo, cuando todos mejoraron en su juego, Castaño demostró tener buena habilidad para lanzar pelotas frontales hacia los atacantes y generar juego directo.

Kevin Castaño tuvo que ‘bailar con la más fea’

Así como también lo hizo en los pases cortos. En cuanto a marca, le tocó bailar varias veces con la más fea: Son Heung-min, a quien se vio obligado de derribar, de forma inteligente, en un par de ocasiones y fue amonestado por esto. Pero, fue clave en el segundo al recuperar el balón en la mitad de la cancha, para la acción terminara en el tanto de Jorge Carrascal (2-2). En líneas generales, un buen acierto de Lorenzo.